LAPACHO

EL LAPACHO 

El lapacho es un poderoso reconstituyente que incre­menta la hemoglobina y la cantidad de glóbulos rojos confiriéndole al organismo mayor vitalidad al aumentar sus defensas orgánicas, factor este que lo revitaliza aumentando su resistencia, su energía y regulando las funciones orgánicas. Es también un antiartrósico.

Lapacho con Ginkgo Biloba – Antioxidante, Circulación.

Barre los radicales libres (responsable de la oxidación del organismo).  Su electiva acción  lo protege del deterioro causado por el paso de los años (anti envejeci­miento). Su acción antidematosa y vasodilatadora arterial y cerebral, importante a tener en cuenta en problemas circulatorios como los vértigos trastornos de memoria arteriosclerosis. Enfermedad de Alzheimer

Lapacho con Ginseng  – Energizante, Vitalidad, Buen Ánimo

Combinados  constituyen   un   poderoso  energizante natural, indicado para mejorar el rendimiento de la actividad   diaria,   brinda   vitalidad   y   buen   ánimo. El Ginseng aporta vitaminas B1, B2 y B12.

Lapacho con Centella – Reconstituyente, Celulitis.

Reconstituyente depurativo, adiposidades localizadas.

Lapacho con Aloe  – Digestivo, Regenerador Celular.

Revitalizador, problemas   digestivos,   promueve   la cicatrización de úlceras gástricas  por disminuir la secreción ácida.

Lapacho Potenciado  – Depurativo, Acido Úrico, Colesterol.

Ejerce una poderosa acción sobre el sistema circulatorio normalizando el exceso de colesterol, ácido úrico, mejora la irrigación sanguínea.

Lapacho con uña de gato - Aumenta las Defensas, Antiartrítico.

  Aumenta   la   inmunidad    (resistencia   general   del organismo) reforzando las defensas. Anti inflamatoria (Artritis - Reuma). Antiviral.

PRESENTACION 1Litro
POSOLOGIA de 3 a 6 cucharadas soperas por día. 

QUINOA

.En comparación con otros granos integrales, es relativamente rica en proteínas, hierro y magnesio, posee un sabor agradable,  textura es suave, versátil y fácil de usar.

Cómo cocinar quinoa

Para cocer la quinoa utiliza tres partes de agua o caldo por una parte de grano,  A fuego medio durante unos 15 minutos, o hasta que el grano se convierte en transparente. Trata de asegurarte de que esté al dente, de la misma manera que con la pasta. Lo mejor es que según vayas probando, cocinarla hasta que la encuentres de tu agrado. El tiempo perfecto de cocción se alcanza cuando cada grano de quinoa ha doblado su volumen y libera su germen blanco.